Llevábamos tiempo pensado en realizar un pequeño reconocimiento a algunos de nuestros lectores más veteranos, tanto para los que llevan desde el principio inscritos en el Servicio de Libro a Domicilio, como para aquellos otros que conocemos bien porque vienen muy a menudo por aquí.
A finales de éste mes de marzo por fin ha surgido la oportunidad; en un día muy soleado que ha permitido que estos amigos de la lectura hayan podido hacer el esfuerzo de acercarse hasta el Ayuntamiento para llevar a cabo un pequeño acto muy familiar. A través de una placa de homenaje en reconocimiento a su dilatada afición lectora, se les ha querido agradecer su perseverancia, su amabilidad y sobre todo su ejemplo.
Todo empezó hace unos meses cuando comentábamos la gran cantidad de libros de la Biblioteca que ya se habían leído; ciento cincuenta, doscientos y la lista no para de crecer, pero es que además, todos cuentan con una buena colección en sus casas y todavía más, ya que si sus hijos o nietos quieren acertar con los regalos de cumpleaños, reyes, o días de padres y madres, ya saben que hay algo infalible: más libros.
Tener la mente despierta ayuda para poder leer, pero el camino también es de vuelta, sin duda un buen libro ayuda a mantener el cerebro activo. Es por eso que todos los libros son bien recibidos porque de cada uno llegan a sacar una idea, una lección, algo nuevo para añadir a su enorme experiencia.
Cuando se propuso éste homenaje, algunos dijeron que no era necesario y otros preguntaron que cuál era el motivo. Éste reconocimiento es bien merecido y su razón de ser sencilla: desde la Biblioteca aspiramos a que la gente se anime a leer, y por eso el ejemplo que están dando puede servir para que tanto niños, como adultos, descubran o reencuentren el placer de un buen rato de lectura, tal y como estos Grandes Lectores lo llevan haciendo durante tantos años.