Una parte destacada de la biblioteca es el lugar de lectura y préstamo dedicado a los niños, que llamamos Biblioteca Infantil. Se diferencia del espacio de la sala general, porque hay que acceder a través de una cristalera con unas puertas; pero en realidad esa separación no es más que una manera de diferenciar espacios y concretar el lugar donde los niños puedan acudir y sentirse más cómodos.
En ésta sala la colección de libros se organiza a través de las etiquetas de colores que ponemos en los lomos y a la vez, en lugar de por autores y títulos, se opta por ordenar por colecciones y editoriales. Los colores de dichas etiquetas (llamadas tejuelos), sirven para marcar las edades recomendadas para la lectura de cada libro.
Para orientar tanto a los niños, como a los padres que acuden con sus hijos, hay unos carteles dónde se indican las edades recomendadas: rosa o bebeteca desde los 0 a los 2-3 años, amarillo de 4 hasta 6-7 años; azul de 7 a 9 años; rojo de 9-12; y verde de 12 a 14. Es importante tener en cuenta que las recomendaciones por edades siempre son relativas, ya que dependen de varios factores, como las indicaciones de la propia editorial, que en muchas colecciones incluye las edades; el criterio del personal bibliotecario; pero sobro todo importa que cada niño tiene sus propios gustos y desarrollo y como solemos comentar con algunos padres, no tiene la menor importancia que un niño prefiera lecturas que en teoría son “para mayores” o para “más pequeños” que él.